El vientre se mueve de arriba a abajo. Suena a rosas y abismo.
Las rosas no alivian el hambre.
Las rosas no alivian la sed.
El vientre cayendo de abajo a arriba. Como un compendio de acidos
y formulas animales desprovistas de alma.
El vientre no tiene hambre. El hombre no tiene sed.
Abismo no es abismo, abismo es ahora vacio en nuestra hora vacia.
Y en el vacio se abre un agujero
carnoso que anuncia la hora de comer.
Temblaran las rosas.
5 comentarios:
que hambre
(que hombre!)
Un agujero carnoso en el vacío... cada vez me afecta más lo que leo por aquí, y lo que veo: no conozco a esta artista pero esta imagen es como un collage de Cornell en clave pútrido-esquizoide. Descubrimiento.
yo también sigo descubriendo aquí cada vez
mi vientre es un parterre de rosas rojas.
Comparto el hambre...
Publicar un comentario