viernes, agosto 24, 2012

Nu există ochi pentru ce vine



IMOGE CUNNIGHAM





No te cortes en la mano o en el pie,
ni por azar ni adrede.

Pondrán rápidamente un dios en esa herida,

pondrán un dios ahí
porque él
protege todo aquello que se separa de uno mismo



*


Me tensaba para recordar
el mundo que he comprendido fulgurantemente
y que me ha castigado arrojándome en el cuerpo,
este lento hablador.

Pero no podía recordar nada.
Sólo esto – que he tocado
Otra cosa, Otra persona, Otro dónde,
que, sabiéndome, me rechazaron.


*


Estoy enfermo
Porque no puede dividirse entre dos ojos
dos errantes, dos uvas,
dos leones rugientes, y entre dos
mártires descansando en hogueras.


*


Me miraré en todas las cosas,
abrazaré conmigo mismo
todas las cosas a la vez,
y ellas
me lanzarán atrás, después de que
todo lo que había en mí de cosa
haya pasado, desde hace mucho tiempo, a las cosas


*


Es el adentro pleno,
el interior del punto,
más apretado en sí mismo que el punto mismo


NICHITA STANESCU
Once elegías
(1966)




viernes, mayo 25, 2012

The Book of the Grotesque



BERLINDE DE BRUYCKERE (SCHMERZENSMANN IV, 2006)


In the beginning when the world was young there were a great many thoughts but no such thing as a truth. Man made the truths himself and each truth was a composite of a great many vague thoughts. All about in the world were the truths and they were all beautiful. (…) And then the people came along. Each as he appeared snatched up one of the truths and some who were quite strong snatched up a dozen of them. It was the truths that made the people grotesques. The old man had quite an elaborate theory concerning the matter. It was his notion that the moment one of the people took one of the truths to himself, called it his truth and tried to live his life by it, he became a grotesque and the truth he embraced became a falsehood.

SHERWOOD ANDERSON
Winesburg, Ohio
(1919)



BERLINDE DE BRUYCKERE (ROMEU, 2010)


  En verdad, no sé como resolver este problema que Dios ha inscrito en mi carne
ANDRÉ GIDE



*



 /Suaves sonidos (I)
sonidos redondos nos envuelven (II)
 

martes, abril 24, 2012

Senseless clay



JOSEF VÁCHAL


Casi todo lo que nosotros denominamos “cultura superior” se basa en la espiritualización y profundización de la crueldad – tal es mi tesis; aquel “animal salvaje” no ha sido matado en absoluto, vive, prospera, únicamente – se ha divinizado. Lo que constituye la voluptuosidad dolorosa de la tragedia es crueldad; lo que produce un efecto agradable en la llamada compasión trágica y, en el fondo, incluso en todo lo sublime, hasta llegar a los más altos y delicados estremecimientos de la metafísica, eso recibe su dulzura únicamente del ingrediente de crueldad que lleva mezclado.
 FRIEDRICH NIETZSCHE
Más allá del Bien y del Mal
 (1886)


*


Didst close my Tongue in senseless clay,
And me to to Mortal Life betray
 (Sepultaste mi Lengua en barro insensible  Ofreciéndome por toda traición Vida Mortal)
  WILLIAM BLAKE


*





jueves, febrero 16, 2012

Fantasmagoría II


REPRESENTACIÓN INDONESIA DEL DIOS VÉDICO INDRA


I

El Lugar. Migajas de hoguera. Fue fuego. Engarzados entre pequeñas ramitas de (…), brillantes, pueriles colmillos. Este es. El Lugar. Pueriles colmillos, bailad sobre el vientre de vuestra madre. [Esa mujer. Toda esqueleto. Que bebió saliva en los cráneos de sus padres. Chicha. Decían.] Esa mujer. Sonreía, se excusaba: Poca, poca bebida. Rebosa a través de las cuencas de papá. Rebosa a través de las cuencas de mamá. Cae. Cae. No hay lenguas. No era práctica. Esa mujer. Surcos en su alma. Infectos por las picaduras de la hormiga. Las almas de sus padres. Picaduras en (a través de) sus hijos. Las nalgas duelen al tocar la tierra. No obstante. El Alma. In-corrupta. Pero era bonito. Qué bonito. [Allá Arriba, ellos, lanzaban ramas, envueltos en llamas, lanzaban ramas que parecían huesos, que parecían brazos, que parecían piernas, lo parecían, pero no eran, apenas eran cuerpo.] Allá Arriba. Arrojaban sarpullido. Esa mujer sonreía: alma, que no es Alma, su alma In-corrupta sonreía. Su alma, moribunda. Esa mujer rascaba. Y cuando llegaba a la carne lloraba, gritaba: Los ojos de mamá ven, los ojos de papá ven: su niña encontró Alma. Esa mujer, con el alma muerta, enterrada. Esa mujer, cuyas uñas llegan a la carne (rosácea, grasienta) y cree descubrir El Alma, allí, en el abismo. Allá arriba. Cuanto moraron flota de acá para allá. No Allá. Allá Arriba. Sino anidando en las montañas, castañeando en las tripas de cinco buitres. Un Niño mira a los pájaros. No sabe. Qué. Pájaros son. Canta: Las alas ríen. Las alas ríen. Y no sabe la Canción de los huesos. Es niño. No sabe los huesos. Apenas el pájaro. Que es grande; y engulle cosas que cantan. Las alas ríen.


II

Pero los buitres son, aun sin canto, los buitres son. El niño es, aun con canto, el niño es. Los huesos de los abuelos son, el fuego, la saliva. Es. Es el silbido silencioso, tibia luz inerme en los rostros de Aquellos. Que fueron. [No era perversa. La madre. La mujer. Esa mujer. No (lo) era. Tenía tierra en la cabeza (¿El cerebro?). Tenía un vestido blanco. Muy blanco. Tan blanco. El arbol se volvió percha. La mujer andaba. Esa mujer. Bailaba. Pedía Las Babas. La mujer. El vestido. Tan blanco. El arbol se volvió percha. La mujer pedía Las Babas. Desnuda, decía (lloraba): Este calor es una burbuja. Susurran a través de las branquias de un salmon y yo no entiendo nada. Aun con mi alma, no entiendo nada. Siempre lloraba. Tenia gran facilidad. Sabía llorar sustancias viscosas. Incrustadas en la piel. Bubones sollozantes. Lloraba. Pues. Tenía el talento. Hasta la muerte. O El Alma. Lo que venga primero. Sus hijos reían: Mamá se inunda -nueva Canción-, mamá es un barco. Mamá es el mar. Mamá es el cuerpo azul que flota en la red de un pesquero ruso. Mamá es una foca. Papá un arponero. Viva la vida en el mar. No eran perversos.]


III

Había una Esfera. No nos dejaba respirar. Nos embarazaba, agitaba los cráneos. Esfera incandescente. Los buitres cantaban: Hay una Esfera, os ahoga, os preña, agita calaveras. Era verdad, estabamos en un agujero, y por suerte, nunca podríamos salir de él. Por suerte, nunca podríamos matar a Nadie. Entonces Alguien dijo: Pobre de aquel que se vea privado de la experiencia de la muerte prematura. Y todos reímos, y bebimos eso que teníamos en las copas. [Pero nada de eso era verdad. Los buitres no tienen Canciones. Con esto. Un secreto: la Canción de los huesos no es una Canción. Apenas. Lo es.]


IV

Los huesos no son una Canción


V

En El Lugar. Fuego. Los colmillos de los hijos. Devorados. Jugaban a comer niños. Los niños no juegan a los juegos de los adultos. Devorados. Los colmillos de los hijos. En El Lugar.

 
VI

[Afortunadamente, nunca podremos salir de aquí. (Apenas el pájaro). Este cráneo no es una gran copa. La pócima se derrama a través de las cuencas].


VII

Nada de eso era verdad. No hay Yo. No hubo Yo. Apenas el silbido silencioso, tibia luz inerme en los rostros de Aquellos. Que fueron.   


VIII

Los buitres acusan: Es rídiculo. La pócima se derramará a través de la mandíbula.


IX

No hay Canción.

martes, febrero 07, 2012


HELENE WEIGEL














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En la fotografía:
el "grito mudo" de
Helene Weigel como
 Madre Coraje

(Puesta en escena 
de la obra de Brecht por 
el Berliner Ensemble en 1957)


Interregno


PENTTI SAMMALLAHTI



Y le pareció como si ese último silencio acabara de ser alcanzado: vió las bocas de los hombres horriblemente abiertas unas frente a otras, ni un sonido escapaba de las secas cavidades, y ninguno de ellos entendía ya al otro. Habían perdido el habla por la conciencia de la culpa, sintiéndose culpables por la pérdida del habla; era el último grado de silencio en lo terreno, era el último silencio del hombre y, viéndolo, también su boca quería abrirse en un mudo grito de horror.

HERMANN BROCH
La muerte de Virgilio
(1945)

*