Valentin Serov
Una calle llamada Infierno.
Un demonio sin nombre
Una llama de infinitos wattios
engendrando farolas de barro
Gases rojizos y pegajosos.
Una calle llamada Infierno,
mi boca electrica y las tapias
Un demonio sin nombre
Una llama de infinitos wattios
engendrando farolas de barro
Gases rojizos y pegajosos.
Una calle llamada Infierno,
mi boca electrica y las tapias
agrias y calientes de las cafeterias
del purgatorio. Sin embargo, el cafe
sigue gustando, continua enervando.
del purgatorio. Sin embargo, el cafe
sigue gustando, continua enervando.
3 comentarios:
no tiene tan mala pinta el infierno, entonces...
el cuadro es genial
Del infierno al Caos.
El café tranquilo y alterado.
todas las calles están ardiendo, a todas horas es infierno.
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