martes, julio 22, 2008

"Porque el joven es bello, pero el viejo es grandeza"


"¡Era el, ese loco, el sublime insensato...!"
Gerard De Nerval


Me engaño si digo que lo lamento del todo. Se ha dejado buena la pierna. Por no hablar del tambor. Con que rapidez se abalanzo Eva sobre el niño. Me dieron ganas de empujarla a ella tambien. Sinverguenza, siempre con sus indirectas. Soy viejo, y es algo que solos los dos podemos saber. Y la madre, si puede ser, mas vieja todavia, sonriendo. El niño se le cae mucho. Si es cierto, el niño es idiota. Apuesto a que le otorgue cierta exclusividad al haberlo empujado. Al niño lo empujan mucho (lo dudo).

-Siempre con el tambor.
-¿Tiene talento realmente?
-Pero que cosas dice. Es un juego, a el le distrae.
-Asi acaba cayendose.
-Puede ser. Lo llevaba al medico. Es patizambo.
[Empujo a la madre]
-¿El medico?
[Se levanta]
-No hombre, mi niño. Entre eso, y lo atolondrado que anda.
-¿Sabe que me mudo?
-Si, eso he oido. ¿Pero por que me lo cuenta?
-Imaginaba que queria preguntarmelo.
-Bueno. Espero que le vaya bien. Hasta luego

El dolor que el cocodrilo siente debe ser aparentemente mas terrible que el que sintio al morir. Agarrese al bolso. Puedo ir a por mas.
Ley seca nº 11


Marrana miserable. Cerda canalla.
-¿Adonde vas?
-Voy contigo.
-¿Adonde voy yo?
-Supongo que a tu casa.

Pensaria, al igual que me suele decir: "Como se le estrujan los ojos" Y la cabeza se me retuerce alrededor de la boca.
-¿Por que?
-Te vas a morir. Y cuando lo hagas, tendre un sitio donde vivir.
-¿Por que?
-Te vas a morir. Y necesitas alguien con quien vivir.
-¿Por que?
Mas que cerda, eres zorra. Bien sabes que te mataba ahi mismo si me dabas el motivo.

Ley seca nº 12


La fachada verde y las ventanas parduscas. Que contrariedad. Arrancar una hoja y descubrir, aturdido, que se hace astillas, al mismo tiempo que se desnuda el fraude de la madera al observar los delgados nervios a traves de su abultada piel. Vengo de asomarme por cuarta vez a la ventana. Abajo, un viejo que se sostiene al suelo por su sombrero me sonrie por tercera vez. Sutil forma de amenazar. El sombrero lo levanta, y hace de tirititero. Entra al cafe. Sale, me sonrie cuando me disipa en el ajedrez de ventanas, comienza un movimiento de vaiven. Cuando regresa, la frecuencia que emite se me hace mas perceptible.

Ley seca nº 13

-Bajo al cafe.
-No me importa lo que hagas. Para cuando vuelvas estare en el estudio.


Te importa hasta sangrar como una virgen. Por eso me disparas al final de la despedida.
Por supuesto, como a una virgen que llora, que elabora negocios religiosos de sangre, una madre-expositor [La pena de la madre. Y todas las madres lo comprenden. Y como lagrimean], pero, por segundo supuesto, no como a una virgen clausura, que resulta lo mas dificil de asociar en la imagen divina de esas mujeres.

Soy extremadamente ruidoso al beber de la taza.

Ley seca nº 14


Baje, no estaba. Debio de parecerle una ofensa mi falta de diplomacia. Soy un objeto homogeneo de la fachada, si salgo de ella, me burlo de sus certezas. Eva debe de estar partiendose de risa. Porque lo sabe todo, y aunque no lo sepa, hace por imaginar que mis movimientos siempre acaban por distanciarme minimamente de la muerte. Mientras anda tan dichosa hacia su dichoso estudio, el relampago rebuznante de la risa le quebrara el entrecejo hasta penetrarle a traves de la garganta. Bailara punzante por el estomago, hasta salir como una orina solida y afilada por su vagina, y sus dos mitades se separaran. Pero ella sigue andando, tan dichosa que su risa ya solo es una reminiscencia. Mis deseos no son tangibles.

Ley seca nº 15
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Fotomontaje de Michael Decamp.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuanta puta y yo que viejo.

Enrique M. dijo...

¿Tu?

Moribunda y decadente. Yoven.

Anónimo dijo...

Yo huelo a papa.

tournesols dijo...

amante