jueves, julio 10, 2008

Huida conjunta de los zahories



El paseo de los amantes [Atardecer]

Impones un sello de otoño en su espalda,
y su piel inicia la marcha de la deforestación.

Una soga de diamantes oprime las caderas.
El diamante brilla. Los lobos acuden a
mordisquear sus filos.
El diamante es irrompible.

Todo termina en la pierna que jura lo eterno
junto a la entrepierna.
La cuchilla del diamante se detiene.


El paseo de los amantes [Amanecer]

Un alfiler zigzagueante, le muestra
el recorrido turbio de su vena.
La segunda víctima tiene tanto miedo
de perderse. Se oculta tras
un árbol.

Una rama de un retorcido inquieto, de donde
cuelgan las piernas húmedas de la primera
víctima. El jardinero declaró, pérdida
de nervios
, tal golpetazo que se derritió
en el suelo.

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Fotografia de Uwe Ommer.

4 comentarios:

Maria dijo...

me gusta el uso de los diamante sy los alfileres, y la imagen que es preciosa.

La maraña dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
tournesols dijo...

bah, no me hace usted ningún caso, doctor

natalia manzano dijo...

me gusta mucho la espalda que se deforesta.
nos estás dando algo y lo haces bien y de una forma que comprendo desde mi propio estilo.

gracias!!!