REPRESENTACIÓN INDONESIA DEL DIOS VÉDICO INDRA |
I
El Lugar. Migajas de hoguera. Fue fuego. Engarzados entre pequeñas ramitas de (…), brillantes, pueriles colmillos. Este es. El Lugar. Pueriles colmillos, bailad sobre el vientre de vuestra madre. [Esa mujer. Toda esqueleto. Que bebió saliva en los cráneos de sus padres. Chicha. Decían.] Esa mujer. Sonreía, se excusaba: Poca, poca bebida. Rebosa a través de las cuencas de papá. Rebosa a través de las cuencas de mamá. Cae. Cae. No hay lenguas. No era práctica. Esa mujer. Surcos en su alma. Infectos por las picaduras de la hormiga. Las almas de sus padres. Picaduras en (a través de) sus hijos. Las nalgas duelen al tocar la tierra. No obstante. El Alma. In-corrupta. Pero era bonito. Qué bonito. [Allá Arriba, ellos, lanzaban ramas, envueltos en llamas, lanzaban ramas que parecían huesos, que parecían brazos, que parecían piernas, lo parecían, pero no eran, apenas eran cuerpo.] Allá Arriba. Arrojaban sarpullido. Esa mujer sonreía: alma, que no es Alma, su alma In-corrupta sonreía. Su alma, moribunda. Esa mujer rascaba. Y cuando llegaba a la carne lloraba, gritaba: Los ojos de mamá ven, los ojos de papá ven: su niña encontró Alma. Esa mujer, con el alma muerta, enterrada. Esa mujer, cuyas uñas llegan a la carne (rosácea, grasienta) y cree descubrir El Alma, allí, en el abismo. Allá arriba. Cuanto moraron flota de acá para allá. No Allá. Allá Arriba. Sino anidando en las montañas, castañeando en las tripas de cinco buitres. Un Niño mira a los pájaros. No sabe. Qué. Pájaros son. Canta: Las alas ríen. Las alas ríen. Y no sabe la Canción de los huesos. Es niño. No sabe los huesos. Apenas el pájaro. Que es grande; y engulle cosas que cantan. Las alas ríen.
II
Pero los buitres son, aun sin canto, los buitres son. El niño es, aun con canto, el niño es. Los huesos de los abuelos son, el fuego, la saliva. Es. Es el silbido silencioso, tibia luz inerme en los rostros de Aquellos. Que fueron. [No era perversa. La madre. La mujer. Esa mujer. No (lo) era. Tenía tierra en la cabeza (¿El cerebro?). Tenía un vestido blanco. Muy blanco. Tan blanco. El arbol se volvió percha. La mujer andaba. Esa mujer. Bailaba. Pedía Las Babas. La mujer. El vestido. Tan blanco. El arbol se volvió percha. La mujer pedía Las Babas. Desnuda, decía (lloraba): Este calor es una burbuja. Susurran a través de las branquias de un salmon y yo no entiendo nada. Aun con mi alma, no entiendo nada. Siempre lloraba. Tenia gran facilidad. Sabía llorar sustancias viscosas. Incrustadas en la piel. Bubones sollozantes. Lloraba. Pues. Tenía el talento. Hasta la muerte. O El Alma. Lo que venga primero. Sus hijos reían: Mamá se inunda -nueva Canción-, mamá es un barco. Mamá es el mar. Mamá es el cuerpo azul que flota en la red de un pesquero ruso. Mamá es una foca. Papá un arponero. Viva la vida en el mar. No eran perversos.]
III
Había una Esfera. No nos dejaba respirar. Nos embarazaba, agitaba los cráneos. Esfera incandescente. Los buitres cantaban: Hay una Esfera, os ahoga, os preña, agita calaveras. Era verdad, estabamos en un agujero, y por suerte, nunca podríamos salir de él. Por suerte, nunca podríamos matar a Nadie. Entonces Alguien dijo: Pobre de aquel que se vea privado de la experiencia de la muerte prematura. Y todos reímos, y bebimos eso que teníamos en las copas. [Pero nada de eso era verdad. Los buitres no tienen Canciones. Con esto. Un secreto: la Canción de los huesos no es una Canción. Apenas. Lo es.]
IV
Los huesos no son una Canción
V
En El Lugar. Fuego. Los colmillos de los hijos. Devorados. Jugaban a comer niños. Los niños no juegan a los juegos de los adultos. Devorados. Los colmillos de los hijos. En El Lugar.
VI
[Afortunadamente, nunca podremos salir de aquí. (Apenas el pájaro). Este cráneo no es una gran copa. La pócima se derrama a través de las cuencas].
VII
Nada de eso era verdad. No hay Yo. No hubo Yo. Apenas el silbido silencioso, tibia luz inerme en los rostros de Aquellos. Que fueron.
VIII
Los buitres acusan: Es rídiculo. La pócima se derramará a través de la mandíbula.
IX
No hay Canción.